La sociedad actual está sometida a cambios que producen un ritmo vertiginoso, que plantean continuamente nuevas problemáticas y que exigen nuevas competencias.
Los educadores debemos ir adaptándonos a ello y debemos comprender que nuestro papel es ayudar a nuestros alumnos a «aprender a aprender«, de una manera autónoma, en esta cultura del cambio.
Como parte de nuestra tarea debemos promover el desarrollo cognitivo y personal de nuestros estudiantes, proponiéndoles actividades desafiantes, aplicables al mundo real, que les exija analizar los contenidos profundamente y manejar el propio aprendizaje.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación han evolucionado generando un nuevo entorno social, la denominada Sociedad de la Información (SI), en la que se redefinen los ejes espacio-tiempo y surgen nuevos esquemas de relación interpersonales y con el medio.
En su publicación «Las TIC y sus aportaciones a la Sociedad» el Dr. Pere Marqués Graells [1] las describe como «Cambiantes, siguiendo el ritmo de los continuos avances científicos y en un marco de globalización económica y cultural, a la rápida obsolescencia de los conocimientos ya la emergencia de nuevos valores, provocando continuas transformaciones en nuestras estructuras económicas, sociales y culturales, e incidiendo en casi todos los aspectos de nuestra vida: el acceso al mercado de trabajo, la sanidad, la gestión burocrática, la gestión económica, el diseño industrial y artístico, el ocio, la comunicación, la información, la manera de percibir la realidad y de pensar, la organización de las empresas e instituciones, sus métodos y actividades, la forma de comunicación interpersonal, la calidad de vida, la educación… Su gran impacto en todos los ámbitos de nuestra vida hace cada vez más difícil que podamos actuar eficientemente prescindiendo de ellas».
El potencial que representan estas tecnologías para la educación no puede negarse. Esto supone, para la escuela del siglo XXI, un nuevo reto, ya que debería adaptarse a la formación de los estudiantes, a las necesidades actuales y futuras de una sociedad cada vez más dependiente de los avances tecnológicos. Esto es un indicador de que la integración de las TIC a la tarea docente cotidiana “se ha convertido en una demanda social, una necesidad para los educadores, un derecho para los alumnos y una obligación para las instituciones educativas”.
Este libro pretende ser, como un compañero de ruta, en el difícil pero fascinante camino, de la utilización y apropiación de las TIC. Un recurso para ayudar a los educadores a transformarse en conductores de su propio aprendizaje, que puedan continuar creciendo profesionalmente mientras desarrollan su labor educativa. Un amigo, para acomodarlo a un lado de la PC y aprender de sus páginas, descubriendo nuevas propuestas.
Un despertador de ideas, un banco de recursos…
Busca además, ser un complemento a las diversas posibilidades de capacitación docente, una guía orientadora para el acceso a los medios digitales de producción de contenido, utilizando la Red como un elemento socializador, no quedando fuera de la revolución tecnológica, que ha modificado y continúa haciéndolo, nuestra vida cotidiana.
Prof. Cristina Velázquez
[1] “Las TIC y sus aportaciones a la Sociedad” – Dr. Pere Marqués Graells.